lunes, 28 de febrero de 2011

LA HUELLA ECOLOGICA Y EL PROTOCOLO DE KIOTO

¿Que es la huela ecológica? A mediados de los años 90 se ideo el concepto de Huella Ecológica. Se trata de traducir todas las magnitudes en cantidad de terreno necesario. Es decir, se calculan las hectáreas necesarias para producir alimentos, para recoger residuos, para urbanizar ciudades, etc. Ya no hablamos de toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera, sino de la superficie de bosque necesaria para absorber este gas.


Frenar el cambio climático y reparar el daño causado al medioambiente por el aumento de CO2 en la atmósfera no es únicamente responsabilidad de las empresas e instalaciones industriales sujetas al protocolo de Kioto.

Los problemas globales, y el cambio climático , exigen acciones universales de todos los actores sociales y económicos... empresas, entidades no lucrativas, el gobierno estatal y gobiernos autonómicos, universidades, ciudadanos...

¿QUE ES EL PROTOCOLO DE KIOTO?
El Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático, es un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis gases que causan el calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), además de tres gases industriales fluorados: Hidrofluorocarbonos (HFC), Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de azufre (SF6), en un porcentaje aproximado de al menos un 5%, dentro del periodo que va desde el año 2008 al 2012, en comparación a las emisiones al año 1990. Por ejemplo, si la contaminación de estos gases en el año 1990 alcanzaba el 100%, al término del año 2012 deberá ser al menos del 95%. Es preciso señalar que esto no significa que cada país deba reducir sus emisiones de gases regulados en un 5% como mínimo, sino que este es un porcentaje a nivel global y, por el contrario, cada país obligado por Kyoto tiene sus propios porcentajes de emisión que debe disminuir.


El protocolo fue inicialmente adoptado el 11 de diciembre de 1997 en Kyoto, Japón pero no entró en vigor hasta el 16 de febrero de 2005. En noviembre de 2009, eran 187 estados los que ratificaron el protocolo.  EEUU mayor emisor de gases de invernadero mundial, no ha ratificado el protocolo.

El instrumento se encuentra dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), suscrita en 1992 dentro de lo que se conoció como la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. El protocolo vino a dar fuerza vinculante a lo que en ese entonces no pudo hacer la CMNUCC.

Recomendaciones para producir menos desechos

Cambiar nuestras lamparas de luz convencionales por las lamparas de Bajo consumo. No solo produciremos menos desechos sino que ahorraremos bastante en la factura de la Luz.


Cambiar las Facturas convencionales en papel por la factura electronica. Si bien guardamos las facturas de papel, tenemos que desechar el sobre y toda esa publicidad que en la mayoria de los casos no nos interesa.

En las oficinas usar menos el FAX y mas el E-mail. Ahorraremos energia e insumos (papel, tonner, electricidad).

Llevar siempre nuestra propia bolsa de la compra, así usaremos menos bolsas de plástico.

Rechazar los productos con exceso de envases y embalajes.

Evitar los productos de usar y tirar.

Comprar preferiblemente productos envasados en vidrio, antes que en metal o plástico.

Recordemos que aportando nuestro granito de arena en la disminución de los desperdicios que generamos diariamente contribuimos a tener una mejor calidad de vida para nosostros, para nuestros hijos y para los hijos de nuestros hijos. muchas gracias. RAUL A. OHACO

viernes, 25 de febrero de 2011

INFORME TECNICO SOBRE ACEITES USADOS

1. ALTERNATIVAS DE TRATAMIENTO PARA ACEITES USADOS

Las propiedades de los aceites usados dependen prioritariamente de las bases lubricantes de las cuales se derivan, de los aditivos adicionados para mejorar la viscosidad, sus propiedades según el uso al que están destinados y la resistencia a altas temperaturas.
Por su elevada capacidad calorífica, el aceite usado se constituye en uno de los residuos con mayor potencial para ser empleado como combustible para la industria.
Después de su uso, el aceite lubricante adquiere concentraciones elevadas de metales pesados producto principalmente del desgaste del motor o maquinaría que lubricó y por el contacto con combustibles. Además, se encuentran compuestos clorados en los aceites usados, provenientes del proceso de refinación del petróleo, principalmente por contaminación durante el uso (reacción del aceite con compuestos halogenados de los aditivos) o por la adición de estos solventes por parte del generador en actividades de limpieza de piezas metálicas. Dentro de los solventes que principalmente se utilizan están el tricloroetano, el tricloroetileno y el percloroetileno. La presencia de estos solventes clorados, junto con altas concentraciones de algunos metales pesados, constituyen los mayores factores de riesgo de los aceites usados.
Los aceites lubricantes sufren una descomposición luego de cumplir con su ciclo de operación y por esto es necesario reemplazarlos. Uno de los productos resultantes del aceite usado son las partículas carbonosas (hollín). Este representa una parte de hidrocarburo parcialmente quemado que existe como partícula libre en el seno del aceite. Los tamaños de estas partículas varían de 0.5 a 1.0 micrones y generalmente se encuentran muy dispersas por lo cual es muy difícil filtrarlas.
Existe una reacción de oxidación que provoca la descomposición de los aceites de motor. Esta reacción en los hidrocarburos en fase líquida suele deberse a una reacción de radicales en cadena. Dado que las altas temperaturas aceleran esta reacción, en el motor la oxidación se produce de forma muy rápida, en particular por la elevada temperatura que alcanzan las piezas próximas a la cámara de combustión.
La transformación del aceite usado a fuente de recuperación energética, requiere la aplicación de un tratamiento tendiente a adecuar las condiciones del aceite a las características propias de cada proceso de combustión según sus condiciones específicas (depende del tipo de equipo, motor, caldera, horno, etc, en el que se quiera utilizar).

Consiste básicamente en la aplicación de las siguientes etapas:

a) extracción de partículas gruesas mediante filtración

b) remoción de partículas finas, mediante procesos de sedimentación y centrifugación.

Estas etapas involucran la adición de desemulsificantes, para el rompimiento de las emulsiones formadas con el agua. Una vez recuperadas las características del aceite, con el fin de lograr un combustible limpio de contaminantes, puede utilizarse como fuente energética en mezclas simples, de acuerdo con proporciones establecidas y consistentes con el tipo de combustión que se lleve a cabo.
Luego de realizada la operación de separación, se origina un desecho o lodo con alto contenido de metales pesados, el cual debe ser dispuesto de forma tal que asegure de cualquier manera que estos metales no serán absorbidos por los seres vivos. En los casos de los hornos de cemento esta purificación no es necesaria y el contenido de los metales es retenido en el clinker.
En general se emplea alguno de los siguientes destinos para los lodos generados: Incineración, encapsulamiento en clinker, vitrificación o ceramizado y relleno en los caminos y autopistas durante la elaboración de capa asfáltica.
El aceite recuperado se debe emplear para condiciones de servicio menos críticas que aquellas en las que estaba sometido inicialmente. Los aceites usados que se generan en el mundo son manejados en las siguientes formas principales:

 Comercialización como combustible sin tratar (combustible alternativo).

Para decidir que método se utilizará en la recuperación de un aceite usado es necesario conocer la composición química de dicho aceite (cuanto menor sea la calidad del aceite base en el aceite usado mayor será el precio y dificultad de su tratamiento), ya que el método de recuperación a elegir esta íntimamente ligado a la composición química del mismo. En algunos casos el factor decisivo es la disposición de infraestructuras adecuadas.
La utilización en hornos de cemento permite el menor proceso de pretratamiento (o ninguno de los que se mencionan a continuación), debido a las condiciones específicas de la combustión en los mismos, tales como elevada temperatura (temperatura de llama hasta 2800 ºC, condiciones de atmósfera alcalina, y altos tiempos de residencia). Normalmente el proceso es de blending con otros constituyentes y sustancias químicas peligrosas o no. Los hornos quedan validados mediante los ensayos de combustión conocidos como Trial Burn que siguen las normas de la EPA.
Respecto de la emisión de los GEIs (gases de efecto invernadero), sobre lo que volverá más adelante, los combustibles alternativos tienen la ventaja de no generar emisiones adicionales, ya que sustituyen parcialmente a otros combustibles fósiles que los emiten. La sumatoria final es de nulo incremento de GEIs.

- Utilización como combustibles alternativos

Por su elevada capacidad calorífica, el aceite usado se constituye en uno de los residuos con mayor potencial para ser empleado como combustible por la industria. La incineración o combustión del aceite usado, solo o unido a fuel-oil, se realiza en instalaciones como cementeras o centrales térmicas, en las que se aprovecha la instalación para eliminar un residuo. Se aprovecha el poder calorífico del aceite usado, sustituyendo calorías de otros combustibles fósiles utilizados en la industria cementera tales como el gas natural, el carbón antracita molido, y aún en conjunción con el pet-coke (que a su vez es también un residuo de la cola de destilación petrolera).

- Regeneración
Es la operación mediante la cual se obtienen de los aceites usados un nuevo aceite base comercializable. La mayoría de los aceites usados son regenerables, aunque en la práctica la dificultad y el costo hacen inviable la regeneración de aceites usados con alto contenido de aceites vegetales, aceites sintéticos, aditivos termorresistentes, precursores de dioxinas, agua y sólidos.

Un proceso de regeneración consta de tres fases:

Pretratamiento: Consiste en eliminar una parte importante de los contaminantes del aceite usado, como son: el agua, los hidrocarburos livianos, los lodos, las partículas gruesas, etc. Cada proceso emplea un método determinado o incluso una combinación de varios.

Regeneración: En esta fase se eliminan los aditivos, metales pesados y lodos asfálticos. Este punto es el paso principal de cada método, cada uno de ellos obtiene al final un aceite libre de contaminantes con una fuerte coloración que lo hace inviable comercialmente, por esto es necesario incluir una última etapa de acabado.

Acabado: Dependiendo del objetivo final del aceite dependerán los métodos usados en esta etapa.

Dependiendo del proceso empleado pueden existir o no todas las fases descritas.

- Destilación a combustible diesel

Al comienzo del proceso se destila el aceite usado para remover compuestos volátiles y agua, el destilado final es la separación de los aceites pesados (destilado) de los contaminantes (fondos o colas de destilación). El proceso de destilación requiere suministro de materia (NaOH) y energía (electricidad y gas natural). El producto de la destilación es un aceite diesel de alta calidad (bajo en cenizas y contenido de azufre) y un subproducto de flux de asfalto. Por destilación los metales pesados y otros contaminantes del aceite usado son retenidos en la fracción (cola) del flux de asfalto.

- Biodegradación de aceites usados

La biodegradación, o biotransformación, se refiere al proceso a través del cual un ser vivo modifica un compuesto sin llegar a mineralizarlo. El producto resultante puede ser aún más tóxico que el inicial o, de lo contrario, puede presentar propiedades más adecuadas para su reutilización y aprovechamiento.
El principal factor a tener en cuenta en esta clase de procesos es la tasa de degradación. Ésta en general disminuye al descender la concentración de contaminantes (compuestos a degradar), que en la mayoría de los casos es ocasionada por la eliminación de co-sustratos.
Los microorganismos presentes en los aceites son muy similares a los que se encuentran en los nuevos (Nocardia, Acinetobacter, Pseudomonas, Ralstonia, Gordono, Rhodococcus, Agrobacterium y Debaryomyces.). Estos últimos presentan una mayor resistencia a los metales pesados, lo que se traduce en una menor capacidad de degradar los compuestos orgánicos.
Existen básicamente dos métodos para la biodegradación: secuencial y combinada. La forma más fácil de degradar completamente estos hidrocarburos es usar degradación secuencial con diferentes microorganismos. Esta consiste en usar microorganismos distintos para degradar el aceite, usando primero uno de ellos y luego el producto de cada etapa se utiliza como sustrato para el siguiente. La biodegradación se determina mediante el uso de TLC-FID, usando hopano (un hidrocarburo de 30 C utilizado como biomarcador) como el estándar interno.
Previo a la realización del proceso de biodegradación de un compuesto es necesaria la caracterización del tipo de compuesto que se va a emplear, porque los contaminantes presentes en el mismo dependen de diversos factores.

- Reutilización para pinturas asfálticas
Aprovechamiento de determinados productos contenidos en los aceites para la fabricación de productos asfálticos.

2. CONSTITUYENTES, TIPOS Y USOS DE LOS ACEITES USADOS

Tipos de aceites con base mineral, y principales compuestos agregados:

1) aceites de corte: bisulfuro de Mo y compuestos clorados

Los tres tipos básicos de aceites de corte y rectificado son:

Aceites puros de corte,

emulsiones de aceite en agua y disoluciones acuosas.

Los aceites de corte insolubles contienen: aceites minerales parafínicos o nafténicos 60-100%, aditivos (azufre libre, grasas cloradas y aceites de parafina, y grasas sulfocloradas), y Biocidas.
Los aceites solubles, miscibles en agua o en emulsiones contienen agua en una proporción de 1:5 y 1:50, y en su composición: concentrado de aceite mineral en un 60-85%, emulsificantes, biocidas-tiocarbamatos, inhibidores de la corrosión, aditivos para presiones extremas, antiespumantes, colorantes, y acondicionadores del agua (fosfatos, bórax, soda cáustica...).

2) aceites térmicos: contienen antioxidantes, se usan para calderas Termopack (para calentar reactores a más de 200 ºC)

3) aceites lubricantes para motores: contienen principalmente compuestos de Zn (cinc), Ba (bario) (compuestos nafténicos o aromáticos policíclicos).

4) aceites dieléctricos: se obtienen de bases nafténicas de bajo punto de fluidez (alta viscosidad), libres de ceras y sometidos a procesos de refinación de extracción de solventes y de tratamiento con hidrógeno. Existen aun cantidades de estos aceites aditivados con PCBs, que provienen de diversos equipos eléctricos (principalmente transformadores y condensadores), y estar mezclados con los otros tipos de aceites.

4. UTILIZACIÓN COMO COMBUSTIBLE


Por su elevada capacidad calorífica, el aceite usado se constituye en uno de los residuos con mayor potencial para ser empleado como combustible por la industria en instalaciones que debidamente ensayadas y homologadas muestren su aptitud para destruir y retener los compuestos especiales antes enumerados.
No solo por las propiedades y características de los aceites usados, sino por la necesidad de contar con alternativas energéticas y suministro seguro de energéticos, algunos países como Australia, Estados Unidos, y México, cuentan con normas que permiten la utilización de los aceites usados tratados, como combustible, o como componente en mezclas de combustibles según el tipo de utilización que éstos vayan a tener. En el caso de constituyentes de combustibles alternativos para hornos de cemento no se requiere tratamiento previo.
Sin perjuicio de la disposición final de los aceites usados en otros usos, es requisito indispensable que el aceite usado haya sido previamente tratado con el fin de liberarlo de los componentes que lo hacen un residuo peligroso.

5. ACEITE USADO RECUPERACIÓN ENERGÉTICA
Uso como combustible alternativo en hornos de cemento
– Combustión en instalaciones de alta potencia térmica, alta temperatura y alto consumo de combustible (con alta producción de gases de escape)

Uso como combustible homologado
– En instalaciones de menor potencia térmica o para motores de combustión interna y calderas para producción de energía eléctrica

Requieren de tratamientos físico-químicos más complejos y seguros

6. ACEITE USADO - VENTAJAS COMO COMBUSTIBLE ALTERNATIVO
- Por su menor contenido en C, S y sedimentos, los aceites usados tratados generan menor contaminación atmosférica que los combustibles sólidos. (por ejemplo: Carbón)
- Del mismo modo, si se los compara con otros combustibles líquidos.
- Tienen mayor rendimiento calórico que otros combustibles industriales convencionales

7. APROVECHAMIENTO ENERGETICO
A la luz de las consideraciones efectuadas, es necesaria la adecuación del aceite usado previamente a su utilización como componente en mezcla con otros combustibles para consumo industrial (combustibles homologados Res 1286-06 SE).
Esta adecuación debe tener en cuenta la selección de las mejores tecnologías de tratamiento disponibles.
La transformación del aceite usado a fuente energética para utilización en motores de combustión o calderas, requiere la aplicación de un tratamiento tendiente a adecuar las condiciones del aceite a las características propias del proceso de combustión.
Evaluadas estas cuatro posibilidades a la luz de las condiciones de la Provincia de Buenos Aires, la alternativa más adecuada para la disposición de lodos es el encapsulamiento en clinker para la producción de cemento; industria que ha mostrado un constante interés en participar en este tipo de investigaciones y de hecho en varias plantas ya se han realizado ensayos de combustión que han resultado satisfactorios en cumplimiento de las normas EPA para este tipo de combustibles alternativos.
Una vez el residuo es transformado, puede producir distintos combustibles industriales al mezclarse con los energéticos tradicionales y comúnmente empleados en la industria en general.
Conforme con las tendencias mundiales y el señalamiento de convenios internacionales, es preciso minimizar al máximo la generación de residuos peligrosos ya sea mediante la reducción de sus características peligrosas o evitando su producción.
Para ello se requiere del diseño de políticas y estrategias que definan acciones para sustituir procesos de producción contaminantes por procesos limpios, para generar la capacidad técnica para el manejo y tratamiento de residuos peligrosos, para permitir la transferencia e innovación tecnológica y para considerar primordialmente los aceites usados como potenciales sustitutos energéticos.
El aprovechamiento como un combustible líquido secundario bajo el estricto cumplimiento de ciertos requisitos y condiciones se logra mediante dos acciones principales

- El establecimiento de plantas para el tratamiento de los aceites usados, de modo tal que cumplan con las características de calidad establecidas en la norma ASTM D 396.

- La modificación de las normas actualmente vigentes, asimilándolas a aquellas de aceptación general, con lo cual se abre el camino a una utilización plena del aceite usado, en forma ambientalmente aceptable.

El desarrollo de un marco regulatorio ambiental y energético que permita el cambio en la óptica de la naturaleza del aceite usado: de residuo tóxico de carácter especial a un sustituto energético, especialmente combustible líquido secundario.
Dicho marco debe ser formulado en conjunto por las autoridades ambientales y energéticas, considerando alternativas de aprovechamiento coherentes con los desarrollos tecnológicos de la industria y que desde sus respectivos ámbitos reglamenten los usos de los aceites usados y por consiguiente, complementen, actualicen desarrollen y modifiquen las regulaciones existentes hasta la fecha.
Determinar las opciones únicas en las que es viable utilizar aceite usado sin tratar.
Admitir la homologación de los nuevos combustibles, estableciendo los criterios de su calidad técnica y los de calidad ambiental de los mismos respectivamente.
El articulado debe precisar la exclusión de aceites usados tratados en la formulación de lubricantes y temple de metales.
Establecer además, las obligaciones, condicionamientos de aceptación y control que deben cumplir cada uno de los diferentes actores de la cadena de gestión del aceite usado.
Instituir un comité coordinador conformado por el sector público y privado que permita atender las necesidades comunes para facilitar el desarrollo e implementación del adecuado tratamiento de los aceites usados en la Provincia de Buenos Aires.

8. ACEITES INDUSTRIALES CON BASE MINERAL. OBLIGACION DE DISPONER. COMENTARIOS TECNICOS.
Se transcribe a continuación la Resolución 248/2010 del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible de la Provincia de Buenos Aires, realizando los comentarios técnicos pertinentes a la luz de lo expuesto precedentemente. Cada frase o párrafo resaltado tiene una llamada al final del documento en el que se encuentra el comentario.
La Plata, 5 de agosto de 2010; (Publicación B.O.: 07/10/2010)

lunes, 21 de febrero de 2011

Basura: un problema con el que nadie se quiere ensuciar

Los residuos más comúnmente denominados basura, son todos aquellos materiales provenientes de la actividad humana y que el ser humano desecha diariamente. Estos residuos se originan en los hogares, ámbitos laborales, restaurantes, edificios administrativos, hoteles, industrias... Son restos de papel y cartón, botellas, embalajes de diversos tipos. Se debe tener en cuenta, al mismo tiempo, los cambios de moda, impulsados por la publicidad y recibidos por la sociedad de consumo, que originan que las personas descarten gran cantidad de objetos en buen estado para reemplazarlos por otros nuevos. Hoy en día la sociedad tiende en gran medida hacia los productos descartables, generándose de esta manera una necesidad de producir más y más elementos de consumo.

La palabra basura a significado y es para la mayoría de las personas algo despectivo, algo que carece de valor y de lo que hay que deshacerse, de esta forma lo útil, que no siempre es necesario se convierte en un estorbo y es causa del problema de cómo nos desentendemos de lo que producimos y consumimos.
Durante el siglo XVIII, los españoles se habían preocupado por la calidad de vida de los ciudadanos del Virreinato, asolados por diversas epidemias. En la Ciudad de Buenos Aires se dispusieron medidas para evitar que las personas arrojaran la basura en cualquier lugar, ya que esa era una de las causas de inundaciones y enfermedades.
En los principios de los tiempos, la basura no existía. La vida se llevaba a cabo según las leyes de la naturaleza. Sus ciclos no se veían obligados a modificarse. Al crear la basura, el ser humano fue el primer animal en transgredir las leyes naturales.
Al principio los desperdicios eran insignificantes. Los problemas comenzaron con la Revolución Industrial. La gente produce basura a un ritmo mayor del que estos necesitan para descomponerse. Esto se debe a la sobrevaloración que las personas les damos a los productos ya que estamos continuamente produciendo basura debido a la ignorancia, los malos hábitos y la irresponsabilidad, dando lugar a un campos del que nadie quiere hacerse responsable por lo que produce ni por lo que compra. Como una bola de nieve que aumenta su volumen hasta generar un alud, los desperdicios se reproducen infinitamente en todos los rincones del planeta, ante la mirada indiferente de la población y de las autoridades.
En las ciudades la basura lleva siendo un problema casi desde el origen de éstas, debido a la densidad de población y al hecho de arrojar la basura a las calles. Esto ha originado la proliferación de insectos, roedores y microorganismos patógenos, trayendo como consecuencias enfermedades para el ser humano, una de las más conocidas es la peste bubónica producida por las ratas.
La generación de residuos de la población de la Ciudad Autonoma de Buenos Aires es de aproximadamente 1,60 kg/hab-día lo que nos da un total de 4.700 ton/día de basura. Compuesta de la siguiente manera: 55 a 57% de materia orgánica, de 18 a 20% de papel y cartón, 9% de plásticos, 7,5% de vidrios, 3 a 3,5% de metales ferrosos y no ferrosos y 3 a 4% de pañales.
Toda esta basura es recolectada por las empresas que prestan este servicio a la ciudad y llevadas a los rellenos sanitarios para su disposición final. El CEAMSE se ocupa de la gestión de estos residuos.
El relleno sanitario consiste en fosas especialmente construidas para depositar la basura, cuyos suelos y paredes deben tener alta impermeabilidad; en caso contrario se aplican membranas de polietileno para evitar la infiltración y contaminación hacia capas inferiores. Además, como la degradación anaeróbica genera gases, estos deben ser eliminados para evitar explosiones. Para esto, se ubican tubos de venteo que son periódicamente monitoreados. La actividad química es muy elevada al comienzo y, luego, progresivamente va disminuyendo. Hay calculos que consideran que el proceso de descomposición duran más de diez años, aunque la estabilización es mucho más larga.
Esta metodología dista de ser la verdadera solución porque todos estos materiales no se destruyen, sino que sólo se transforman o trasladan de un lugar a otro. Esto se ve agravado con el constante crecimiento de la población, su aglomeración en los centros urbanos, sumados al estilo actual de vida, que produce un incremento en el tiempo de la cantidad de basura generada.
El problema sobre qué hacer con la basura es serio y difícil de resolver, debido a que todos somos, en mayor o menor medida, responsables de la generación, somos nosotros quienes debemos ayudar a disminuir esa bola de nieve para que no se transforme en un alud.
Hoy por hoy, los que se ocupan de estudiar el problema de la basura, apuestan todas las fichas a la segunda vida de la basura: el reciclaje.
Para definir la palabra con precisión, reciclar consiste en usar la materia prima de los productos para elaborar otros nuevos, de esta manera muchos elementos que contiene la basura que diariamente sacamos a la calle puede volver a utilizarse, en forma de botellas de vidrio, papel, planchas de aluminio, alimento para animales o en fertilizante de bajo costo.
El papel y el cartón son reciclables, ya que hay algunos tipos de papel que se fabrican a partir de papel o cartón usado. El plástico también es recuperable, aunque en la Argentina solo se procesa el 1% del mismo. La industria del vidrio también busca reutilizar la mayor cantidad posible de este material.
Si se recupera el 60% de los desechos reutilizables, en un año se ahorraría el equivalente energético a 350 millones de barriles de petróleo. Además, seleccionar y reciclar un millón de toneladas de residuos crearía 1.600 empleos, mientras que sólo para recogerlos y verterlos se necesitarían 600 y para incinerarlos 80.
El objetivo más importante será a largo plazo. Tendrá que aspirarse a que las nuevas generaciones incorporen desde los inicios de su educación cultural y formación, las costumbres y hábitos que permitan la implementación exitosa de los diferentes sistemas de recuperación de los recursos no renovables.

PILAS Y BATERIAS ( tratamientos)

TIPOS DE TRATAMIENTO PARA LAS PILAS Y BATERÍAS USADAS


• Disposición final, sin ninguna modificación, en relleno sanitario: En el caso del usuario que se encuentra en la Ciudad de Buenos Aires o Gran Buenos Aires, las pilas comunes y alcalinas pueden ser desechadas junto con la basura común. Esta basura domiciliaria es dispuesta en rellenos sanitarios pertenecientes al CEAMSE, y según informa dicho organismo, estos rellenos han sido diseñados con técnicas preparadas para recibirlas.

• Disposición final, sin ninguna modificación, en relleno de seguridad: Es la que más se utiliza en la actualidad, pero se encuentra limitada por la escasa cantidad disponible de dichos rellenos. Las pilas que se tiran a la basura acaban oxidándose en los vertederos, liberándose el mercurio que contienen y contaminando así suelos y aguas. También puede llagar a convertirse en metilmercurio, un compuesto altamente tóxico.

• Tecnologías para la inmovilización de los constituyentes peligrosos : vitrificación, cementación y ceramización, son algunas de las tecnologías que se han propuesto, las cuales presentan diversas variantes técnicas. La utilización o destino de los materiales resultantes, según sus propiedades finales, son los problemas que se plantean.

• Exportación : para su tratamiento y/o reciclado en países que dispongan de tecnologías no existentes en Argentina. Es de aplicación el Convenio de Basilea.

• Reciclado de componentes : existen a nivel mundial tecnologías para todo tipo de pilas y baterías, pero en el país sólo se encuentra disponible en la actualidad para las de plomo-ácido y las de níquel-cadmio. Cuando se realiza la recogida de esas pilas, se procede a la separación del mercurio en las plantas de reciclaje. El proceso requiere la trituración de la pila, excepto en el caso de las pilas botón, y se introducen en un destilador que se calienta hasta la temperatura adecuada. La condensación posterior permite la obtención de un mercurio con un grado de pureza superior al 96%. De la trituración de las pilas normales se obtiene escoria férrica y no férrica, papel, plástico y polvo de pila. Este último debe seguir distintos procesos para recuperar los metales que contiene.

Todo este proceso requiere un elevado consumo de energía y los tratamientos posteriores para recobrar el resto de componentes exigen una elevada inversión económica no siempre recuperable. Por ello las pilas también se destruyen mediante incineración (desprendiéndose polvo de cadmio, mercurio y cinc) o se disponen en un vertedero controlado (relleno). En cuando a los vertederos, es imprescindible asegurar su estanqueidad para evitar filtraciones indeseables tanto al suelo como a las aguas, mediante láminas impermeabilizantes, lechos de cal y sistemas de recolección de filtraciones.

El mejor reciclaje es la prevención, emplear pilas recargables y la utilización de electricidad o la energía solar.

TECNOLOGÍA DISPONIBLE EN ARGENTINA

• Disposición final, sin ninguna modificación, en relleno sanitario

• Disposición final, sin ninguna modificación, en relleno de seguridad

• Exportación

Es importante tener en cuanta que en Argentina, todavía no existen lugares autorizados que reciclen pilas o que inmovilicen los constituyentes peligrosos.